Si has egresado satisfactoriamente de la universidad y sientes que es hora de conseguir un trabajo, o si aún estás estudiando y deseas probar cómo será trabajar en el área de tu especialización—o tienes que asistir a una entrevista para la pasantía que tanto has buscado y finalmente encontrado—estas claves para una buena entrevista te ayudarán a afinar tu acercamiento al puesto que buscas. Adelantarte a las posibles preguntas de una entrevista laboral te ayudará a calmar la normal ansiedad que te abraza. Haber armado un buen currículum fue la clave para que te hayan llamado a una entrevista laboral y seguramente te sientes muy ansioso de que te vaya bien. Las claves para una buena entrevista laboral pueden ser estudiadas y practicadas, y puedes lograr tu objetivo con dedicación.
Sin embargo, no son solo tus palabras, forma de expresión o discurso lo que no tienes que descuidar, sino también la forma en que irás vestido y el lenguaje corporal vienen al caso. Depende, entonces, del puesto al que te hayas postulado, pero siempre deberías presentarte a una entrevista laboral lo más prolijo posible. Tu aspecto dice mucho sin usar palabras, así que nunca deberías asistir a una entrevista con tu vestimenta sucia. Sé prolijo, sencillo y limpio. Así mismo, aunque es aceptable que llegues diez minutos tarde, lo recomendable es que puedas llegar unos quince minutos antes para ubicarte en el lugar, y recorrerlo para echar un vistazo—en caso de ser una oficina corporativa. Con tantas cosas en qué pensar, no es sorprendente que ya te sienta abrumado. Aquí te dejo las preguntas más comunes y frecuentes en una entrevista laboral.
Saludo y conversación inicial.
Al presentarte ante tu entrevistador, normalmente estrecharás su mano y te presentarás con tu nombre. Deja de lado tus costumbres, no te lanzarás a darle un beso, un abrazo, ni tampoco chocar los cinco; mantén la formalidad para esta ocasión. Cuando debas referirte hacia tu entrevistador, es importante utilizar el título de Sr. o Sra. ante su apellido. Él o ella puede preguntarte cómo has llegado al lugar, mencionarte sobre el clima, u ofrecerte algo para tomar; esta conversación se llama “small talk” y te ayudará a romper el hielo. Cualquier cosa que respondas dentro de esta charla deberá ser breve pero no escueta, tu entrevistador no querrá saber cómo ha estado tu día entero con lujo de detalles o si has tenido problemas para dejar a tu perro solo en casa. Debes mantener una conversación relajada pero no profunda. Luego de llegar al escritorio, te invitará a sentarte. Mantén una postura dispuesta durante todo el transcurso de la charla, mostrando interés hacia lo que tu entrevistador menciona. Para tu entrevistador, no solo tus palabras son importantes, sino también tu lenguaje corporal. Él o ella observará cada detalle, por lo que debes mostrarte atento y concentrado. Nunca deberías cruzar los brazos o tocarte repetidamente la nariz cubriendo tu boca; estas son malas señales que a tu entrevistador no le caerá muy bien.
Cuéntame un poco sobre ti.
Esta suele ser una de las preguntas que inicia formalmente la entrevista y aunque técnicamente no sea una pregunta, la respuesta puede dispararse hacia múltiples direcciones. No deberías responder contando como eres como amigo, cúal es tu restaurante favorito o cuánto te gusta mirar el fútbol. Deberás concentrarte primeramente en mencionar lo académico, con entusiasmo y desplegando todas tus habilidades de comunicación. Luego, en segundo lugar deberías comentar sobre tu experiencia laboral previa y relacionada con el puesto al que te estás postulando. También es buena idea que comentes tus intereses personales dejando mostrar por qué has estudiado lo que has estudiado. La información provista como respuesta debe ser clara y ordenada, por lo que se recomienda practicar la respuesta la cantidad de veces necesaria.
¿Cuáles son tus fortalezas?
Esta pregunta es muy común en entrevistas laborales. Tu potencial empleador quiere saber cuán consciente eres de ti mismo. Para practicar esta respuesta podrías escribir en un papel: “mi más grande fortaleza es _____.” y completar el espacio. Se te podrá ocurrir una variedad de características en las que tienes solidez y positividad. Puedes completar esta frase la cantidad de veces que desees, utilizando posibles sustantivos y adjetivos a usar en la entrevista. Ya que no memorizarás la respuesta de manual, es buena idea si practicas espontáneamente frente a una cámara y luego mires como has respondido para que mejores las cosas que no te han gustado de tu discurso.
¿Cuáles consideras que son tus mayores debilidades?
Es una pregunta difícil. No solamente porque no queremos mostrar nuestras debilidades a un potencial empleador, sino también porque quizás no sabemos expresar cuales son. Trata de ser honesto. Tómate un momento para pensar cuándo realmente se te ha hecho difícil superar situaciones en el trabajo, y toma nota de cómo has hecho para lograrlo. Recuerda que lo más importante es mostrar que sabes cuales son tus debilidades y que también sabes como hacer para mitigarlos y mejorar en esas áreas. Esto se relaciona con clases que tomas—y por qué estás enfocado en eso—libros que lees, estas son las cosas que querrás compartir con tu potencial empleador.
¿Dónde te ves a tí mismo en cinco años?
Los empleadores quieren saber cuales son tus aspiraciones y tus metas—y si tienes en mente abandonar tu prospectivo puesto más pronto de lo que ellos piensan. La pregunta también puede ser “cómo” te ves a mayor o menor plazo, por ejemplo, a uno o diez años. Quizás ni siquiera tú conoces la respuesta a esta pregunta porque ello no es algo que te preocupa, o quizás también puedas responder que quieres ser el nuevo director de la empresa, ser dueño de una aerolínea, o retirarte a los 35 años. Ninguna de esas respuestas suenan con los pies en la tierra. Ellos quieren ver también cuán comprometido estarás con el puesto al que te estás postulando. Entonces, una buena respuesta sería mencionar que quizás, eventualmente y con la experiencia práctica necesaria, puedes verte en algun puesto de manejo o quizás con gente a cargo.
Otras preguntas podrían que podrán hacerte en una entrevista laboral son:
- ¿Qué conoces de nuestra compañía? / ¿Cómo te has enterado de este puesto?
- ¿Cuán bien manejas los cambios?
- ¿Trabajas bien bajo presión?
- ¿Cómo tomas decisiones importantes?
Finalizando la entrevista laboral, y luego de que tu entrevistador se haya asegurado de haberte conocido bien viene el cambio de rol donde tú tomas el puesto de entrevistador. Es entonces cuando tu prospectivo empleador te pregunta:
¿Tienes alguna duda o pregunta que quieras realizar?
Aquí es donde tu puedes resolver las dudas que tienes, como por ejemplo cuál es el próximo paso de aprobación; si deberás esperar un llamado o un correo electrónico. También puedes preguntar cómo deberías asistir vestido a trabajar o si necesitas un equipamiento especial en caso de que te contraten, o cómo son los grupos de trabajo en la organización y si creen que encajarías bien en alguno de ellos.
Con toda esta información, estás destinado a ganarte el puesto que tanto buscas. Buena suerte y esperamos que oigas: ¡Estás contratado!
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