Durante mis siete años como profesor de inglés, he visto muchos alumnos en apuros porque han ganado una beca para estudiar en los Estados Unidos, teniendo limitaciones con el idioma. Es común. Seas un estudiante preparándote para el examen TOEFL o el examen IELTS, un padre tratando de entender los posibles caminos educativos de tu hijo o un inmigrante con ganas de estudiar y trabajar en tu nuevo país, es normal querer mejorar tu inglés lo más rápido posible. Desafortunadamente se necesita de tiempo para poder manejar una lengua en un determinado nivel. Si voy al gimnasio hoy e intento levantar una pesa de 50 kilos, de seguro tengan que llamar al médico. Lo mismo sucede al aprender un idioma. Se necesita ejercitar la lengua, el oído, y el cerebro.
Afortunadamente, con esfuerzo duro y un plan realista, es posible levantar la pesa del nuevo idioma aun si no tiene la oportunidad de hacer una inmersión lingüística. Sin importar tu edad, capacidades o habilidades, puedes lograr tus metas lingüísticas. Sigue estos consejos para adquirir o mejorar tu inglés lo más rápido posible.
Define tus objetivos y haz un plan de estudio que funcione para tí.
Planificar es la manera más segura de que suceda lo que uno espera, y esta regla también aplica a tus metas de adquirir un nuevo idioma. Trabaja con metas cortas, pequeñas batallas para ganar la guerra. Derribar barreras—expandir los límites—es el objetivo de la educación. ¿Cuáles son tus objetivos? Comienza levemente con metas pequeñas (poder leer el sitio web de la universidad de tu hija; poder entender los modismos en inglés) y aumentar de manera gradual para lograr tus metas de largo plazo (visitar los EEUU para la graduación de tu hija sin problema; aprobar el examen IELTS con el resultado de 7.0).
Cuanto más pronto se empiece, mejor es. Por lo que debes armar tu propio plan de estudios. Ésto puedes hacerlo solamente tú, ya que sabes cuándo y cuánto puedes adaptar tus horarios. Si eres una persona a que le gusta aprendizaje estructurado, por ejemplo, considera una clase de inglés o un tutor privado. Si siempre estás con tu celular, descarga aplicaciones de idioma. Cualquiera sea tu plan, debería funcionar con tus horarios, costumbres, etc.
Recuerda que las tarjetas nemotécnicas no te dan práctica con el uso, sólo con el vocabulario.
Cuando estudiaba en la secundaria, nuestra maestra de francés nos hacía llevar un cuaderno de verbos, sólo verbos y sus conjugaciones. Pero todos esos verbos no nos sirven si no sabemos adverbios y preposiciones. No se arma una frase sólo con verbos. Hay que mezclarlos con el resto para armar de sentido.
Si vas a adquirir un nuevo idioma, lo primero que vas a hacer es aprender palabras, pero es tu trabajo inmediatamente ponerlas en práctica. No te sirve memorizar palabras ni mantener un cuaderno de verbos si no entiendes cómo usarlos. Por suerte, es muy fácil hoy en día buscar contacto con ello, ya que la tecnología permite estarlo a través de series, música e inclusive penpals. De nada sirve ser la única persona que hable tal idioma; no tendrías con quién hablar. Por eso, siempre toma en cuenta que tus metas lingüísticas tienen que ver con la comunicación.
Conecta el vocabulario extranjero con una imagen mental, no con su traducción en español.
Se dice que cuando reconocemos una palabra y sabemos lo que significa, aunque sea una palabra suelta, ya la hemos aprendido, y esto significa que conectamos esta palabra, éste sonido, a una imagen en nuestra cabeza, sin la necesidad de traducirla. Siempre tendemos a traducir a nuestro idioma madre, pero es eso de lo que nos tenemos que olvidar para poder asimilar una nueva lengua.
Quítate el miedo a hablar.
Ya que nuestras metas para mejorar el inglés son comunicativas, ¿de qué nos sirve nuestro esfuerzo si no nos animamos a hablar? Así también, es importante saber cómo ubicar todas la palabras que sabemos para que tengan sentido y finalmente hacernos entender, pero no tengas miedo de cometer errores. Es normal. De hecho, es parte del proceso de aprendizaje. Es mejor decir en voz alta una frase con cuatro errores que no intentarlo para nada. Si nunca intentas, nadie te puede corregir, nadie te va a escuchar, nadie te puede entender.
Fíjate en cómo los hablantes nativos usan el idioma y los gestos para comunicarse.
Algunos sonidos se logran sólo con una expresión que quizás en tu idioma no existen. Piensa en lo siguiente, ¿cuántos gestos, expresiones faciales y señas conoces? ¿Podrías nombrarlos a todos con una sola palabra? ¿Quién te los ha enseñado, en qué clase? Ése también es un idioma, que no sabemos muchas veces cómo traducir y que a la vez se cuenta en todas partes del mundo. Busca los gestos que usan los hablantes nativos de un idioma e imítalos.
Presta atención a la investigación sobre la adquisición de lenguaje.
Muchas empresas prometen que sus productos lingüísticos, sean aplicaciones o software, que te van a enseñar cómo hablar como un nativo en poco tiempo. Cuidado. Tengamos en cuenta que no todos somos iguales, no todos tenemos las mismas capacidades, habilidades, posibilidades y necesidades. Además notamos que la adquisición de idioma es un tema popular entre los investigadores académicos, quienes usualmente coinciden en probar que la enseñanza de idioma es más exitosa cuando se adaptan los métodos de cada aprendiente.
Sin embargo, podemos aprender de las personas e investigadores quienes ya han adoptado un nuevo idioma porque combinan sus historias personales con investigación. Mientras hay un savant quien aprendió islandés en una semana, no es una meta realista para la mayoría de nosotros. En lugar, consideramos, por ejemplo, los métodos del emprendedor y asesor Chris Lonsdale, un estudiante de idioma extranjero en la Universidad de Lingnan, China, que ha trabajado, experimentado por sus propias investigaciones lingüísticas. Entre sus mejores consejos está la idea de que nuestro estado psicofisiológico importa. No podemos aprender enojado, negado ni frustrado. Sus consejos son interesantes ya que son probados. Les dejo el link del Sr. Lonsdale, por si han elegido inglés como el idioma que quieren estudiar, aquí ya pueden empezar.
Hay cosas a tener en cuenta si quieres adquirir o mejorar su inglés lo más rápido posible. La magia no suceder; no vas a amanecer un día sabiendo. Tampoco funcionará poniendo el libro bajo la almohada sin haberlo siquiera hojeado. Inmersión, per se, te puede ayudar a perfeccionar, pero no a comenzar. Piensa en cuántas canciones conoces y hace años escuchas en la radio, en el supermercado, en la oficina, en inglés por ejemplo, y no sabes ni una palabra de lo que significa la letra. Esto inclusive nos pasa en nuestra propia lengua, con palabras no cotidianas y quizás bastante sofisticadas. Por lo que debes: aprender qué significan, implementarlas y conseguir un profesor, un tutor, un amigo de quién aprender y que te corrija y te enseñe a adicionar más palabras para fluir. Derriba las barreras y comienza hoy.
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